miércoles, 27 de febrero de 2013

Estoy creciendo...Pero ¿Soy normal?

Desde tu último cumpleaños, han cambiado muchas cosas. Por ejemplo, eres mucho más listo y sabes muchas más cosas que hace un año. Eso es evidente.


Pero es posible que también se hayan producido otros cambios, para algunos de los cuales todavía no estabas preparado. Tal vez hayas pegado un estirón y ahora tu cabeza sobresale por encima de muchos de tus compañeros de clase. O quizás todos han dando el estirón pero tú no hay forma de que crezcas. Tal vez apenas hayas ganado peso y creas que estás hecho un enclenque, o tal vez has engordado tanto que ya no te entran tus vaqueros favoritos. Y ahora te estás mirando al espejo pensando solamente en una cosa: ¿Soy normal?

Todo el mundo es diferente
En primer lugar, ¿qué significa normal? La normalidad no existe. Si no, ¡el mundo estaría lleno de personas anormales! La próxima vez que vayas de compras, echa un vistazo a tu alrededor. Verás todo tipo de gente: gente alta, gente baja, gente de hombros anchos, gente con los pies pequeños, con enormes panzas, dedos largos, piernas recias, brazos esqueléticos... ¿Te haces una idea?

Te puedes cambiar el corte de pelo o ponerte un gorro nuevo, pero tu aspecto físico no está completamente bajo tu control. Tus rasgos físicos están determinados en gran medida por tus padres. 

Alto o bajo
La estatura no es más que uno del millar de rasgos que deciden, en parte, tus genes. De hecho, puesto que tienes dos padres, tus genes actuarán como si fueran árbitros, concediéndote una estatura que probablemente estará comprendida entre las estaturas de tus padres. Si tus padres son los dos altos, lo más probable es que tú también lo seas. De todos modos, si tienes alguna duda sobre tu estatura, pregúntale a tu médico.

No obstante, los genes no lo deciden todo. Por ejemplo, si sigues una dieta poco saludable no podrás desarrollar plenamente toda tu capacidad de crecer. Dormir mucho, hacer suficiente ejercicio y alimentarte bien te ayudarán a crecer y a desarrollarte como deberías.

Seguro que te has preguntado alguna vez a qué ritmo crecerás. Depende. No hay un ritmo de crecimiento perfecto o correcto. Como promedio, los niños crecen aproximadamente 6 centímetros al año entre los tres años y el inicio de la pubertad (la etapa de la vida en que el cuerpo empieza a cambiar y a parecerse más al de un adulto).

No te asustes si te parece que has crecido mucho en muy poco tiempo. Todo el mundo da un estirón durante la pubertad. La edad promedio de inicio de la pubertad está en torno a los 10 años en las niñas y en torno a los 11 en los niños. Pero puede llegar antes o después - entre los 7 y lo 13 años en las niñas y entre los 9 y 15 en los niños.

Ganar peso
El peso puede variar mucho de un niño a otro. Compararse con los amigos es una tentación. Pero un niño puede pesar más o menos que sus amigos y seguir siendo completamente normal. La televisión y las revistas pueden hacernos pensar que nuestros cuerpos deberían pesar x kilos y tener determinado aspecto, pero en la vida real, hay muchas diferencias.

A algunos niños les preocupa tanto su peso que prueban cosas insanas y peligrosas para modificarlo. La mejor forma de tener un peso saludable es alimentarse bien y dedicar mucho tiempo a juegos que implican hacer ejercicio físico.

Qué hacer si hay algo que te preocupa
Si te preocupa tu peso -o los cambios que está experimentando tu cuerpo- habla sobre ello con tus padres o con tu médico. Éste te indicará si tienes o no algún problema. Pero lo más probable es que tu cuerpo, que es único, esté creciendo como se supone que debería hacerlo.

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