Desde tu último cumpleaños, han cambiado muchas cosas. Por
ejemplo, eres mucho más listo y sabes muchas más cosas que hace un año. Eso es
evidente.
Pero es posible que también se hayan producido otros
cambios, para algunos de los cuales todavía no estabas preparado. Tal vez hayas pegado
un estirón y ahora tu cabeza sobresale por encima de muchos de tus compañeros
de clase. O quizás todos han dando el estirón pero tú no hay forma de que
crezcas. Tal vez apenas hayas ganado peso y creas que estás hecho un enclenque,
o tal vez has engordado tanto que ya no te entran tus vaqueros favoritos. Y
ahora te estás mirando al espejo pensando solamente en una cosa: ¿Soy normal?
Todo el mundo es diferente
En primer lugar, ¿qué significa normal? La normalidad no
existe. Si no, ¡el mundo estaría lleno de personas anormales! La próxima vez
que vayas de compras, echa un vistazo a tu alrededor. Verás todo tipo de gente:
gente alta, gente baja, gente de hombros anchos, gente con los pies pequeños,
con enormes panzas, dedos largos, piernas recias, brazos esqueléticos... ¿Te
haces una idea?
Te puedes cambiar el corte de pelo o ponerte un gorro nuevo,
pero tu aspecto físico no está completamente bajo tu control. Tus rasgos
físicos están determinados en gran medida por tus padres.
Alto o bajo
La estatura no es más que uno del millar de rasgos que
deciden, en parte, tus genes. De hecho, puesto que tienes dos padres, tus genes
actuarán como si fueran árbitros, concediéndote una estatura que probablemente
estará comprendida entre las estaturas de tus padres. Si tus padres son los dos
altos, lo más probable es que tú también lo seas. De todos modos, si tienes
alguna duda sobre tu estatura, pregúntale a tu médico.
No obstante, los genes no lo deciden todo. Por ejemplo, si
sigues una dieta poco saludable no podrás desarrollar plenamente toda tu
capacidad de crecer. Dormir mucho, hacer suficiente ejercicio y alimentarte
bien te ayudarán a crecer y a desarrollarte como deberías.
Seguro que te has preguntado alguna vez a qué ritmo
crecerás. Depende. No hay un ritmo de crecimiento perfecto o correcto. Como
promedio, los niños crecen aproximadamente 6 centímetros al año entre los tres
años y el inicio de la pubertad (la etapa de la vida en que el cuerpo empieza a
cambiar y a parecerse más al de un adulto).
No te asustes si te parece que has crecido mucho en muy poco
tiempo. Todo el mundo da un estirón durante la pubertad. La edad promedio de
inicio de la pubertad está en torno a los 10 años en las niñas y en torno a los
11 en los niños. Pero puede llegar antes o después - entre los 7 y lo 13 años
en las niñas y entre los 9 y 15 en los niños.
Ganar peso
El peso puede variar mucho de un niño a otro. Compararse con
los amigos es una tentación. Pero un niño puede pesar más o menos que sus
amigos y seguir siendo completamente normal. La televisión y las revistas
pueden hacernos pensar que nuestros cuerpos deberían pesar x kilos y tener
determinado aspecto, pero en la vida real, hay muchas diferencias.
A algunos niños les preocupa tanto su peso que prueban cosas
insanas y peligrosas para modificarlo. La mejor forma de tener un peso
saludable es alimentarse bien y dedicar mucho tiempo a juegos que implican hacer
ejercicio físico.
Qué hacer si hay algo que te preocupa
Si te preocupa tu peso -o los cambios que está
experimentando tu cuerpo- habla sobre ello con tus padres o con tu médico. Éste
te indicará si tienes o no algún problema. Pero lo más probable es que tu
cuerpo, que es único, esté creciendo como se supone que debería hacerlo.
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