Si estás buscando escuela nueva para tu hijo, te puedes
enfrentar a una variedad abrumadora de opciones. ¿Constructivista, Montessori o
tradicional? ¿Laica, católica o cristiana? ¿Pública o privada?
Es una decisión importante: el ambiente escolar donde
convive tu hijo es determinante para el desarrollo de su personalidad y sus
habilidades sociales, académicas, artísticas y físicas. Entonces, ¿cómo hacer
la mejor elección?
1.- Define tus propias creencias.
¿Para ti, es más importante un cuaderno ordenado o la
libertad de escribir de tu propia manera? ¿Prefieres un ambiente de competencia
individual o de colaboración? ¿Te sientes más cómodo con o sin exámenes?
Acuérdate de tus propias experiencias escolares y escoge las
características que más te funcionaron para ti como estudiante. Tu propia
formación educativa te ha dejado con ciertas tendencias y convicciones que
ahora debes aplicar para buscar las mejores oportunidades para tu hijo.
Al final, tendrás que estar de acuerdo con la
filosofía educativa de la escuela donde estudia tu hijo para que, por el bien
del niño, se arme una buena relación casa-escuela.
2.- Entiende el vocabulario.
Por ejemplo, cuando una escuela se pregona como
constructivista, ¿qué debes esperar? ¿Cuál es la diferencia entre un sistema
Montessori y uno tradicional? ¿Cuáles son las TICs, y cuál es su importancia en
la educación?
Si te preparas de antemano, cuando visitas escuelas podrás
tener una mejor visión de su enfoque cuando usan estos términos. Además, tú
puedes hacer preguntas puntualizadas usando esta terminología.
3.- Conoce a tu hijo.
No hay ninguna escuela que es la perfecta para todos los
niños. Hay niños muy independientes quienes funcionan muy bien sin demasiada
estructura, y otros que tienen mejores resultados en un ambiente más
controlado.
¿Cuáles son las fortalezas de tu hijo? ¿Cómo aprende mejor?
Conocer su estilo de aprendizaje te puede ayudar a escoger la mejor escuela
para él.
Viendo los intereses y talentos especiales de tu hijo,
puedes buscar una escuela que motive a sus alumnos en áreas artísticas,
deportivas o académicas donde él tenga la oportunidad de brillar.
4.- Ubica a las escuelas.
La primera regla es funcional: aunque encuentres la mejor
escuela del mundo, no va a ser la ideal si es imposible llegar. Tampoco se
trata de pasar horas en el tráfico o en el transporte.
Cuando los niños están en kínder y primaria, la mejor
escuela es la que esté más cerca de la casa, siempre y cuando llene los
requisitos que son indispensables para ti (que tenga una filosofía educativa
que tú apoyas, y un estilo de enseñanza que va de acuerdo con el estilo de
aprendizaje de tu hijo). Cuando busques opciones, acuérdate que tu hijo rendirá más
cuando no invierta mucho tiempo y energía en el traslado entre casa y escuela.
5.- Planea tu visita.
No lleves a tu hijo a la primera visita, para que tú tengas
el tiempo de hacer preguntas y escuchar tranquilamente, fijándote en los
detalles y pidiendo la información que tú necesitas.
Antes de ir a una escuela, llama para concertar una cita con
el director. Él o alguien de su confianza debe tener la voluntad y el tiempo
para atenderte. Si no logras esta respuesta antes de entrar, será difícil
esperar una buena comunicación en el futuro.
6.- Busca detalles relevantes.
Cuando visitas una escuela, debes fijarte en lo siguiente:
La forma en que seas recibido.
¿Te invitan a pasar de inmediato, o tienes que esperar un
rato? ¿Hay alguien quien te da la bienvenida? ¿Te invitan a pasar a un lugar
cómodo? ¿La persona que da los informes está bien preparada, y puede contestar
tus dudas? ¿Te dan algún material impreso con información sobre la escuela? ¿Te
ofrecen un tour? La forma en que una escuela recibe a los padres de alumnos
potenciales indica cuánto importa para ellos la relación escuela-casa.
Las instalaciones.
Cuando entras a la escuela, fíjate en la limpieza, la luz y
la ventilación. Si pasas por los salones de clase, puedes ver la condición de
los muebles, si están rotos los escritorios o las paredes necesitan pintura. ¿Tienen laboratorio de cómputo o de ciencias? ¿Qué tal está
la biblioteca? ¿Hay gimnasio? En un salón de kínder, ¿hay juguetes atractivos y
el espacio para jugar? ¿Son de tamaño adecuado los espacios al aire libre?
Aunque el aprendizaje no depende de la elegancia de las
instalaciones, la comodidad y la seguridad de los alumnos debe ser una
prioridad en cualquier escuela.
Los alumnos.
Cuando caminas por los pasillos o el patio, observa a los niños
y cómo se comportan. ¿Cuánto ruido hay, y se percibe una comunicación amigable
entre ellos? ¿Se ven respetuosos? ¿Se ven contentos?
El ambiente.
¿Qué ambiente se respira en la escuela? ¿Las personas se
saludan cuando pasan por los pasillos? ¿Los niños se acercan abiertamente a los
adultos? ¿Todo el mundo está felizmente ocupado?
7.-Lleva a tu hijo.
Ya que tú te hayas convencido, lleva a tu hijo a conocer la
escuela que tú escojas. Es importante involucrarlo en esta decisión donde él va
a ser el más afectado. Sin embargo, la responsabilidad de hacer una buena
elección es solo tuya.
Él tranquilamente podrá aprovechar su nueva escuela si tú
demuestras confianza: sabes que es la mejor opción y que él va a tener éxito
ahí.
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