viernes, 15 de junio de 2012

Asimile el cambio


Cómo adaptarse sin problema. Brindan expertos varios consejos para quienes inician cursos en otra escuela.


Comenzó el nuevo ciclo escolar y en el salón de clases ya no está aquel niño popular y juguetón. ¿A qué se deberá? La falta de dinero, los largos recorridos de la casa al colegio o un entorno hostil que afecta a los alumnos son algunas de las causas del cambio de escuela.

"Muchas veces el factor económico es determinante para cambiar a un niño. Es importante que los padres analicen, antes de inscribir a su hijo en un colegio, si podrán sostener las colegiaturas durante todo el ciclo escolar. "En ese sentido es conveniente tener un fondo de ahorro para evitar las carencias económicas y que, por esta razón, el pequeño tenga que abandonar o suspender sus estudios".

De acuerdo con la especialista, otro factor que interviene es que la casa y el trabajo de los padres estén lejos de la institución, pues el tiempo de traslado es mayor y esto genera estrés, al igual que cuando los hijos están en diferentes escuelas, pues resulta complicado transportarlos.

"Cuando los niños se cambian de una escuela en la que han permanecido por un largo tiempo, les cuesta trabajo adaptarse a las nuevas circunstancias. Previo al cambio, es importante hablar con ellos y conocer físicamente el espacio antes de que comience el periodo escolar.
"La actitud de los padres determina la reacción de los niños. La familia debe explicarle el porqué de la situación y siempre hablar positivamente de ésta", agregó la experta.
Por otro lado, hay ocasiones en que si un alumno tiene problemas, como por ejemplo, de déficit de atención, es idóneo que pertenezca a un grupo reducido con horarios estructurados y es benéfico el cambio.
Situaciones a favor

Si los alumnos continuamente tienen un mal rendimiento escolar, sus calificaciones son bajas y sienten mucha presión, entonces quizás sea conveniente cambiarlos de escuela.

Además, si son hostilizados por sus maestros o compañeros, también puede ser momento de tomar cartas en el asunto.
"En ocasiones surgen problemas con las maestras o las personas de la dirección. A veces son las mismas escuelas las que piden que ya no regrese un pequeño, pero en cuatro de cada cinco casos, los niños se van porque los papás los cambian.
"El tiempo de adaptación a la nueva academia puede llevar de dos a tres semanas. Los padres deben ayudarle a su hijo a procesar esta situación. Una de las maneras es enfocarse en el presente y no hablar de lo que se dejó en el pasado". 

Los primeros días, asegura un especialista, es normal que los pequeños estén nerviosos, pero es importante ayudarles a canalizar sus preocupaciones e insistirles en que todo estará bien.

Existen beneficios
 Aunque preocupa a los padres qué pasará, generalmente es fácil aceptar el cambio.
- Cuando se cambie de escuela, el pequeño se involucrará con nuevas maestras y compañeros, lo que le permitirá tener un mejor desarrollo psicosocial.
- Si en la escuela anterior el niño era etiquetado por sus compañeros, al entrar a un colegio diferente podrá reinventarse a sí mismo.
- Será más tolerante a los cambios y tendrá nuevas experiencias qué contar. Esto enriquecerá su vida.

Un nuevo camino
 Acompañe a sus hijos para que el comienzo de las clases sea positivo.
- Para que los niños se familiaricen con su nueva escuela, los papás pueden llevarlos a visitar el nuevo colegio o enseñarles dónde está ubicado.
- En caso de que sea viable, el alumno puede platicar con el maestro antes de que empiecen las clases.
- Es importante platicar con los pequeños sobre cómo les fue durante el día, qué conocimientos aprendieron y cómo es su relación con sus profesores. De esta manera, sentirán el apoyo de los padres.
- Con el objetivo de que tenga una rápida integración social, el niño puede invitar a sus nuevos amigos a su casa y así tratarlos fuera del colegio.
- Para que puedan involucrarse con el cambio, es importante hacerlos partícipes de la compra del nuevo uniforme y los útiles escolares.


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