lunes, 18 de junio de 2012

Haz de su desayuno algo divertido y saludable

A la hora de la comida, en la casa se hace una completa batalla para lograr que los pequeños se terminen su comida, pero a continuación vamos a dar una serie de consejos para que los sándwiches de los pequeños, además de divertidos, resulten de lo más saludables:




Elimina las grasas. Para disminuirlas, quítale la orilla de grasa a las carnes y la piel a las aves. Desgrasa la mayonesa y las salsas, preparándolas con yogurt, zumo de limón o clara de huevo en vez de aceite.

Elige ingredientes magros. Prepara los sándwiches con ingredientes con proteínas y pocas calorías. Elige carnes y embutidos magros en vez de grasos, olvídate de lo frito y de los aderezos calóricos. Puedes incluir muy de vez en cuando embutidos o carnes grasas, pero nunca abuses de ellos. Los patés son ricos pero demasiado grasos, úsalos sólo como aderezo, no como ingrediente principal. También evita los quesos maduros o muy grasos.

El pan más recomendable. Es el integral, con cereales y semillas, porque contiene más sustancias nutritivas y fibra, sin embargo, en el caso de los más pequeños recuerda que un exceso de fibra puede resultar perjudicial. Panes con valor extra. Multicereales, de centeno, trigo, trigo germinado, semillas de girasol, semillas de amapola, soya, muesli, cebolla, ajo, etc. En el súper encuentras muchos tipos de panes para darle variedad y más sabor a tus sándwiches.

Con más proteína. Combinan muy bien con casi todo el jamón de pechuga de pavo, las carnes como el pollo o el pavo ahumado, y los frutos del mar como el atún al natural.

Incluye vegetales. Sea cual sea el ingrediente principal de tu sándwich, atún, pechuga de pavo, pollo, queso fresco, salmón, incluye siempre verduras como tomate, pepino, lechuga, espárragos, champiñones, pimiento, cebolla, espinacas crudas, etcétera. También puedes añadirle frutas como manzana, pera o piña, para que tengas una buena dosis de vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra, y un rico sabor agridulce.

Aderezo con cuentagotas. Para condimentar tu sándwich, usa el aderezo controlado con una cucharita, nunca directamente de la botella.

Un toque de “oro líquido”. Si no vas a comértelo en el momento, adereza tu sándwich con un chorrito de aceite de oliva, que aguanta más la espera sin alterar su sabor.

Quesos magros. Usa siempre quesos bajos en grasa, que le dan muy rico sabor y además te aportan calcio, proteínas y vitaminas.

Ketchup. No es tan calórico porque contiene poca grasa, pero no te excedas con ella porque sí tiene un alto contenido en azúcar y sal. Intenta elegir las variedades comerciales sin aditivos.

Sabor en capas finas. Aunque le dan más sabor, la mantequilla, margarina o mayonesa untadas en el pan también le añaden muchas más calorías. Por eso evítalas lo más posible o modera su consumo aplicándolas en una fina capa sobre el pan.

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