1.
Determina claramente las necesidades particulares de tu pequeño. Por ejemplo,
hay niños que son más inquietos y curiosos; otros que son más sensibles y
perceptivos; otros más requieren de estimulación artística o deportiva o
académica especializada. Otros más suelen funcionar mucho mejor en espacios
reducidos, mientras que otros obtienen mejores beneficios en espacios amplios.
2.
Los padres en conjunto y si el niño no es demasiado pequeño platiquen sobre lo
más importante para cada uno: los valores que desean inculcar así como las
actividades que más disfrutan, los hábitos que llevan día a día además de los
intereses y actividades en familia. Todas las opiniones deben ser tomadas en
cuenta y valoradas igualmente.
3.
La escuela que elijan debe ser congruente con los puntos anteriores, para
averiguarlo, hagan una lista de las escuelas de su preferencia en cercanía de
la casa o trabajo según una minuciosa reflexión, hacerla disminuirá el estrés
de la mañana y junto con ella la tensión en la relación padre-hijo; además del
costo y horarios que se adapten a sus posibilidades.
4.
Si observas, no menciono que el sistema pedagógico sea primordial, a menos que
sea indicado por algún profesional de la salud; bajo su debido análisis.
5.
Al arribar a la escuela, observa por quien eres recibido, la atención y el
interés que recibas del personal, si acude tu hijo también checa cómo es
tratado y la reacción de tu pequeño. La apertura y la accesibilidad del
personal es importante sobre todo si tu hijo necesita atención especial, en
caso de ser diagnosticado por algún profesional con un problema psicológico,
emocional o psiquiátrico.
6.
En caso de que tu hijo esté bajo tratamiento psicológico, pedagógico o
psiquiátrico menciónalo en la entrevista con el personal de la escuela y
pregunta cómo es atendida una situación tal, puedes mencionar un ejemplo y
escuchar con atención la respuesta del personal docente.
7.
Los espacios y la seguridad, la higiene y la preparación profesional de los
profesores sin duda es relevante; al igual que saber en dónde radica su
especialidad, por ejemplo: si es bilingüe, si se inclina por lo artístico, lo
deportivo, lo cultural; si otorga mayor importancia en la disciplina o las
tareas en casa; al igual que si hace especial hincapié en el involucramiento de
los padres en las actividades de tu hijo, etc.
8.
Escucha y observa con atención las respuestas y la atención que reciben y sigue
tu intuición, platiquen en familia y elijan la que en conjunto cubra en mayor
medida sus necesidades. La sensación de empatía y de identificación con la
escuela es clave para reconocer la mejor escuela para tu pequeño.
9.
Si alguno de los puntos no es muy claro para tí, puedes acudir sin duda con
algún profesional de la salud que los oriente de manera personal en la
búsqueda.
Recuerda
por último que el sistema pedagógico es importante, pero lo es más sin duda la
persona que lo lleva a cabo.
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