Bastó con que el hombre prehistórico descubriera el fuego,
para que comprendiera que no sólo le serviría para lograr calor y cocer
alimentos, sino que lograba mediante las llamas iluminar sus cavernas en las
noches.
La luz solar se aprovecha durante el día.
La llama fue el primer medio de iluminación utilizado por el
hombre desde muchos miles de años anteriores a Cristo. Unos 500.000 años antes
de Cristo aprendieron a encender la llama para aclarar las tinieblas.
Se han encontrado vestigios de fogones y hogares, en los que
probablemente se usaba madera, carbón de leña y grasas animales como
combustibles.
Se estima que hace unos 50.000 años apareció el primer
candil propiamente dicho, alimentado con aceite o grasa, la que era extraída de
un animal, y en la concavidad de su mismo cráneo se la colocaba, juntamente con
una mecha de trenza de pelos. posteriormente se hicieron unas especies de
cubetas de piedra para utilizarse como candiles.
Unos 2.500 años anteriores a la era cristiana, en la zona de
Ur, en Mesopotamia, se utilizaban valvas de moluscos marinos como lámparas, o
las reproducían en oro o alabastro.
Algunos siglos después comenzaron a utilizarse los tizones,
los que en Egipto y Creta, fueron perfeccionándose, poniendo estopa o paja
envuelta alrededor del trozo de madera, empapadas en cera de abejas y resina, a
veces perfumada.
Entre los Siglos XIII y XIV a. C., se inventó en Egipto la
vela, según frescos de la época. En el siglo X a.C. en Fenicia y Cartago
aparecen las lámparas de aceite realizadas en cerámica, que los mercaderes
expandieron por todo el Mediterráneo, rápidamente.
En la antigua Grecia se utilizaron candiles llamados
lúchnoi, construidos con diversos materiales: cerámica, metal, etc, y con una
forma similar a la lámpara de Aladino.
Los romanos utilizaron tres formas de iluminación: las
velas, las teas que eran usadas especialmente en las bodas y los funerales, y
las lámparas de aceite, que eran colgadas mediante una cadena al techo, y que
se iban realizando con decoraciones , labrados y ornamentos, en metal, y las
más luminosas constaban de varias piqueras, de cada una de las cuales salía un
pabilo.
En la Edad Media, además de estas formas de iluminación,
aparecieron las linternas con pabilos internos. Para la iluminación de lugares
grandes se usaban los hacheros y los candelabros de hierro forjado, decorados
con gran artesanía. También se perfeccionaron las velas, que encendida producía
menos humo.
En el año 1795, en Inglaterra, Guillermo Murdock construyó
una instalación de luz a gas de hulla para iluminar una fábrica. Desde ese
momento comenzaron a difundirse las primeras lámparas de gas.
En los Estados Unidos de América, en el año 1859 aparecen
las primeras lámparas de querosén, derivado del petróleo por destilación.
Pero en el Siglo XIX, se comienzan a realizar experimentos
de iluminación eléctrica.
Los primeros experimentos fueron realizados por el químico
británico sir Humphry Davy, quien fabricó arcos eléctricos y provocó la
incandescencia de un fino hilo de platino en el aire al hacer pasar una
corriente a través de él.
En 1844, el francés Foucault -basado en los descubrimientos
de Davy- fabricó una lámpara de arco, que producía luz por descarga eléctrica
entre dos electrodos de carbón, sistema que se utilizó para el alumbrado de las
calles.
A la vez en la misma época se avanzó en la invención y el
uso de redecillas o camisas de un tejido especial sobre la base de amianto,
para lograr luz blanca incandescente en las lámparas de gas.
El 27 de octubre de 1879, el inventor estadounidense Thomas
Alva Edison logró su lámpara de filamento de carbono, que permaneció encendida
en Nueva York durante dos días. Es el inicio de la era de la iluminación
eléctrica. En 1878 fundó la Edison Electric Light Company.
En 1882, Thomas Alva Edison instaló la primera Central
Eléctrica en Pearl Street, la primera calle que fue iluminada artificialmente.
El éxito obtenido lleva a Edison a crear otras centrales. Al poco tiempo otras
ciudades del país se iban sumando a la iluminación artificial de sus calles.
En 1892, la Edison Electric Light Company se unió con otras
empresas y crearon la General Electric Company, que tuvo el monopolio de la
industria de la luz.
En 1906, los estadounidenses Just y Haran construyeron una
lámpara eléctrica en que se reemplazaba el carbono por tungsteno. Al año
siguiente, en 1907 los filamentos de carbono fueron sustituidos por filamentos
de volframio, y en 1913 se desarrollaron las lámparas incandescentes rellenas
de gas.
Se llegó así a la bombilla eléctrica perfeccionada
técnicamente, que en la actualidad tiene una duración de unas 2000 horas.
La lámpara fluorescente se fabricó en 1938.
Los tubos de vidrio se llenan de un gas especial, por
ejemplo neón, o sustancias fluorescentes, que asociadas con descargas
eléctricas o con ciertas sustancias, se convierten en luminosidad.