Motivar a los niños al estudio es
básico para prevenir el fracaso escolar.
Se entiende por fracaso escolar la
situación a la que llega un niño o un adolescente después de pasar determinados
cursos y no alcanzar el nivel académico de sus compañeros. Como consecuencia de
ello, éste no progresa ni llega a tener los conocimientos necesarios para
seguir el ritmo de los escolares de su edad. Se puede entender como un síntoma
de desequilibrio, cuyas causas son muy diversas y cuyos motivos pueden
pertenecer tanto al campo orgánico o sensorial como al psicoafectivo, familiar
o social.
Para obtener la suficiente información que nos permita valorar el origen de la
situación y poder así solucionarlo, hay que analizar las deficiencias
orgánicas, neurológicas o sensoriales y las aptitudes del niño en la vida
escolar en todos sus aspectos: trabajo intelectual, actividades físicas y
deportivas, aptitudes para la vida en colectividad, calidad de sus relaciones
con los compañeros y con sus maestros y, por último, el conocimiento de las
repercusiones de la vida familiar o inversamente de los sucesos escolares sobre
la familia.
Éstas son algunas pistas para afrontar dicho problema:
Cómo prevenir su aparición
Los padres tienen que estar muy atentos a la aparición de malas evaluaciones
escolares. No hay que dejar pasar el tiempo y conviene informarse con los
profesores, preguntar al niño y tratar de que la situación no se alargue, pues
la recuperación será más costosa y prolongada.
Los cursos escolares deben ser programados con tiempo, sabiendo en cada momento
qué conocimientos debe tener el niño, y hay que estar muy atentos a sus
progresos.
Es importante valorar el comportamiento dentro y fuera de la escuela.
Conocer sus amistades, hablar periódicamente con sus maestros y educadores,
estar en contacto con la escuela y participar como padres en las actividades
que se programen en el centro puede ayudar a prevenir el fracaso escolar. Si es
necesario, debe recibir clases de apoyo o de refuerzo para mantenerse al
nivel de sus compañeros.
Medios para evitarlo
Motivación: Delante del niño hay que hablar bien siempre del colegio, de
la vida académica y de lo bonito que es aprender. Se debe fomentar el gusto por
hacer bien el trabajo y cumplir las metas que se le proponen. Alabar el
esfuerzo personal.
Lectura: Es la base de cualquier conocimiento. El gusto por leer y
comprender lo que se lee es el fundamento del estudio y del aprendizaje. La
lectura, que también lleva a la escritura, es imprescindible para el buen
desarrollo y progreso en el conocimiento.
Aprender a estudiar: Estudiar no es estar delante de un libro durante un
tiempo. A estudiar también se aprende. Es importante que los niños conozcan las
técnicas de estudio que les estimulan y divierten. Como lo es también mejorar
el entorno y favorecer su espacio vital.
Familia: El niño debe percibir una auténtica implicación de la familia
en el colegio y en la vida escolar. La preocupación de los padres por sus
tareas, el ofrecimiento de ayuda y el ambiente que se vive en el entorno
familiar son de enorme influencia en los resultados académicos.
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