Los estudiantes, los padres y los maestros pueden hacer la
diferencia para reducir los desechos de la escuela. Al practicar las "tres
erres" de la reducción de desechos: reducir, reusar y reciclar; todos
podemos contribuir con nuestra parte.
Antes de comenzar el nuevo año escolar, revisa tus útiles
escolares viejos. Muchos de los útiles del año pasado pueden rehusarse o
reciclarse.
Recicla los papeles que no quieras y reúsa las carpetas y
los folders viejos. Las hojas de papel que estén escritos por un lado solamente
pueden volver a usarse; puedes cortarlos y volver a graparlos para hacer
cuadernos.
Muchas escuelas reúsan los libros de texto para ahorrar
dinero y reducir el desperdicio. Comparte tus libros usados con amigos,
parientes o estudiantes de grados inferiores.
Haz una lista antes de comprar tus útiles escolares, te
ayudará a recordar qué deseabas comprar y limitar tus impulsos de compra.
Cuando se tiene un plan es más fácil realizarlo.
¡Compra inteligentemente! Compra y usa una variedad amplia
de útiles hechos de productos reciclados, como carpetas hechas de cajas viejas de embarque. Muchos tipos de
productos de papel reciclado contienen un porcentaje de Desechos posteriores al
consumidor. También puedes reusar artículos como
bolígrafos recargables, baterías recargables y pedazos de papel para notas.
Los desechos de empaques componen más del 30 por ciento de
todos los desperdicios que se generan cada año. Usa útiles escolares que vengan
envueltos con un mínimo de empaque; usa productos compactos o concentrados; o
compra productos que vengan en tamaños de mayoreo.
Guarda empaques, papel de colores, cartones de huevos y
otros artículos para los proyectos de artes y manualidades. Busca maneras de
reducir la cantidad de empaques que tiras a la basura y ¡recicla!
Forra los libros de texto con bolsas recortadas de papel de
las compras o del supermercado ayuda a reducir el desperdicio y mantén los
libros en buenas condiciones. Sé creativo—usa marcadores o lápices de colores
para dar a los forros un toque único y diseños ingeniosos. Las bolsas de papel
del mercado y los periódicos también son perfectos para envolver paquetes.
Usa productos, tintas y materiales de arte que no sean
tóxicos, como tintas con base vegetal, cinta blanca en lugar de pasta para
borrar, y pinturas con base de agua, y baterías con menos mercurio.
Usa y mantén productos duraderos, o los que tengan garantías
de por vida. Las mochilas y los cuadernos resistentes pueden usarse durante
muchos años, lo que ayuda a reducir la cantidad de artículos dañados que
tiramos cada año.
Mantén los artículos recién comprados. Los estudiantes con
frecuencia pierden los artículos pequeños como los bolígrafos y los lápices.
Haz un esfuerzo consciente para poner los útiles escolares en un lugar seguro
cada día. Esto no sólo reducirá los desperdicios sino que te ahorrará un dolor
de cabeza si pierdes algo importante.
Si llevas tu almuerzo a la escuela, empácalo en recipientes
reusables en lugar de desechables, y llévalo en bolsas de tela o plástico
reusables. Lleva las bebidas en termos de agua en lugar de en botellas o
recipientes desechables.
Toma el transporte público para ir a la escuela. Pero si
conduces, comparte los viajes con tus compañeros. Ayudarán a evitar el
desperdicio de combustible, a reducir la contaminación del aire y a reducir el
tráfico en la comunidad.
Pide prestadas o alquila las decoraciones y los suministros
para las fiestas, bailes y fiestas de graduación. Si compras estos suministros,
trata de adoptar un tema que pueda usarse de un año al otro, así podrás volver
a usar las decoraciones y los suministros. El teatro de la escuela o la clase
de actuación es un lugar perfecto para comenzar a buscar accesorios y decoraciones.
¡Compártelo! Comparte el mensaje de "comprar
inteligentemente" con tu familia, amigos y compañeros de escuela.
Desperdicia menos reduciendo, reusando y reciclando.
Trabaja con tus maestros y amigos para encontrar maneras de
exhortar a todos en tu comunidad a hacer la reducción de desperdicios una parte
de sus vidas cotidianas. También puedes buscar maneras diferentes de hacer tu
escuela más libre de desperdicios, como iniciando un proyecto de abono orgánico
o pide un día en la clase de arte para usar cosas que normalmente se hubieran
tirado a la basura.
Prepárate para el próximo año escolar haciendo las
decoraciones para los armarios con discos compactos viejos. Decóralos con
pintura, calcomanías, piedras de colores o fotografías; adhiéreles cinta de
imán en la parte posterior; y embellece tu armario. Otra gran manera de decorar
los armarios escolares: fotografías de revistas viejas que se hubieran tirado a
la basura.
No seas tímido; dile a los gerentes de tus tiendas favoritas
que tú y tus amigos están interesados en ver más "productos verdes"
(los que no son nocivos para el ambiente) en los anaqueles. Dile a tus maestros
que deseas que se dedique tiempo a aprender más acerca de lo que tú y tus
compañeros de clase pueden hacer por el medio ambiente.
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