La metodología Montessori tiene una sólida y
fundamentada trayectoria desde hace más de 90 años.
Según María Montessori, los niños absorben como
"esponjas" todas las informaciones que requieren y necesitan para su
actuación en la vida diaria. El niño aprende a hablar, escribir y leer de la
misma manera que lo hace al gatear, caminar, correr, etc, es decir, de forma
espontánea.
Con el método Montessori los niños aprenden a leer, escribir, contar y sumar antes de completar los 6 años.
La Dra. Montessori no estaba de acuerdo con las
técnicas rígidas y, frecuentemente, crueles que se utilizaban en Europa. Basó
sus ideas en el respeto hacia el niño y en su capacidad de aprender, partía de
no moldear a los niños como reproducciones de los padres y profesores
imperfectos, sino que fueran por lo menos un poco más acertados.
Concibió a los niños como la esperanza de la
humanidad, dándoles oportunidad de aprender y utilizar la libertad a partir de
los años de desarrollo, así el niño llegaría a adulto con la capacidad de hacer
frente a los problemas de vivir, incluyendo los más grandes de todos, la guerra
y la paz.
El método de Montessori ha existido desde 1907,
cuando María Montessori creó la primera casa de los "niños" en Roma
(Italia). El trabajo de María Montessori no solamente era el desarrollar una
nueva manera de enseñanza, sino descubrir la vida y ayudar a alcanzar al niño
su potencial como ser humano. Procurar desarrollar este potencial a través de
los sentidos, en un ambiente preparado y utilizando la observación científica
de un profesor entrenado. María Montessori enseñó una nueva actitud y una nueva
manera de mirar a niños.
El método
Montessori esta basado en observaciones científicas relacionadas con la
capacidad de los niños, para absorber conocimientos de su alrededor, así como
el interés que éstos tenían por materiales que pudieran manipular. Cada parte
del equipo, cada ejercicio, cada parte del método desarrollado, fue basado en
lo que ella observó, lo que niños hacían "naturalmente", por sí
mismos, sin ayuda de los adultos.
Por lo tanto, el método de educación Montessori
es mucho más que el uso de materiales especializados, es la capacidad del
educador de amar y respetar al niño como persona y ser sensible a sus
necesidades.
A los niños se les enseña. Esta verdad simple
pero profunda inspiró a Montessori a buscar la reforma educativa (metodología,
psicología, enseñanza, y entrenamiento del profesor) basando todo en su esmero
por fomentar que "uno mismo es quien construye su aprendizaje". El
educador ejerce una figura de guía, que potencia o propone desafíos, cambios,
novedades.
El ambiente Montessori no incita a la competencia
entre compañeros, se respeta y valora el logro de cada alumno en su momento y
ritmo oportuno.
El silencio y la movilidad son elementos
indispensables en esta metodología. Los niños pueden mover sus mesas,
agruparlas o separarlas según la actividad, todo el mobiliario es adecuado al
tamaño del niño, siendo las manos las mejores herramientas de exploración,
descubrimiento y construcción de dichos aprendizajes.
El error, equivocación o falta, es considerado
como parte del aprendizaje, por ello, no es castigado, resaltado o señalado,
sino, es valorado e integrado como una etapa del proceso. Se suele estimular a
que el niño haga siempre una autoevaluación.
Los principios fundamentales de la Pedagogía
Montessori están basados en: la autonomía, la independencia, la iniciativa, la
capacidad de elegir, el desarrollo de la voluntad y la autodisciplina. Otros
aspectos abordados en ésta metodología son: el orden, la concentración, el
respeto por los otros y por él.
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