miércoles, 20 de junio de 2012

El salto a la prepa


A Clases. Parecen adultos, pero no lo son. Los jóvenes tienen mayor libertad; requieren padres estar más atentos.



Además de los cambios físicos y emocionales que implica dejar la secundaria, los jóvenes se enfrentan a uno muy importante: el manejo de su nueva "libertad" en preparatoria.
Las consecuencias dependen, en gran medida, del apoyo y orientación que reciban de los más cercanos a ellos, ya sean sus papás, tutores, psicólogos, maestros o consejeros escolares.

Aunque físicamente parezcan adultos, aún no piensan ni actúan como tales.
"Fisiológicamente sus lóbulos frontales están en desarrollo, su capacidad de juicio está en proceso, por eso son tan vulnerables a cualquier influencia y no ven más allá de lo inmediato".
"Es una época de torbellino donde están formando su personalidad, tienen cambios hormonales, salen del cascarón de su casa y empiezan a tomar decisiones".
En esta transición los adolescentes experimentan emociones ambivalentes, por un lado, incertidumbre y, por otro, entusiasmo.

¿Ellos deciden?
Por lo general, los jóvenes piensan que al entrar a preparatoria tendrán mayor libertad, pero no necesariamente es así. Puede resultar un paraíso o un infierno si no cuentan con las bases y los recursos necesarios para enfrentar la transición.
"La preparatoria requiere más orden, presencia, adaptarse a nuevas normas. Como su nombre lo dice, es prepararse para el nivel profesional y entrar a un mundo más de adultos".
"Las nuevas experiencias no son motivo para que se destrampen. Deben ser mesurados, observadores y estar más atentos a los cambios para no dejarse deslumbrar".
Las influencias negativas también se hacen presentes en esta etapa, en la que fumar, beber alcohol y usar drogas se vuelven vicios atractivos para muchos.

Papel paterno
Los papás son figuras determinantes en la formación de la personalidad y seguridad del joven, y como adultos, son los más indicados para ayudarlo a decidir, planear y darle estructura a su educación.
Sin embargo, también ellos viven una etapa difícil porque quisieran que sus hijos pensaran como adultos, y aún no es así.
"Los padres de familia deben estar más atentos, no creer que porque sus hijos están en prepa se pueden valer por sí mismos".
En ocasiones, los papás enfatizan los defectos del joven y critican sus acciones, en lugar de identificar virtudes y habilidades.
"Deben ser tolerantes a la variación de ideas del adolescente y abrir vínculos de comunicación para ayudarlo a planear su futuro e identificar sus oportunidades de crecimiento".
La principal recomendación es interesarse por conocer las inquietudes, dudas y expectativas del adolescente. No como invasión a su privacidad, sino como seguimiento a su educación.

Ayuda extra
 Para facilitar el cambio, la mayoría de las instituciones educativas ofrece diferentes actividades, desde sesiones informativas para alumnos y padres de familia, hasta atención por parte de orientadores educativos.
"Este tipo de apoyos aumentan las posibilidades de que la transición sea exitosa".
Ahora las escuelas se preocupan más por el desarrollo integral de sus estudiantes y ofrecen diferentes programas para ayudarlos en el proceso de adaptación.
Participar en actividades estudiantiles, deportivas, culturales y artísticas facilita la transición y ayuda al adolescente a canalizar su energía y descubrir su talento.
"A los estudiantes les gusta lidiar con algo nuevo, pero si no cuentan con el apoyo ni los recursos para adaptarse al cambio y desconocen sus oportunidades, puede resultar perjudicial".

 En esta etapa es importante que los adolescentes:
 - Den prioridad a su proyecto educativo, pues es un bien que por sí mismo los ayudará en su desarrollo personal.
- Aprovechen las oportunidades académicas y extracurriculares que favorecen su formación.
- Escuchen los consejos de los adultos cercanos a ellos, en especial de sus papás.
- Busquen orientación profesional ante sus dudas académicas, emocionales y sexuales.

Cada peldaño es importante
 Las distintas transiciones de nivel llevan a cambios:
 De primaria a secundaria:
 - Ambientales. Cambian de sistema educativo, tienen maestros diferentes para cada materia y atienden más actividades escolares.
- Personales. Entran en la pubertad. Empiezan a descubrir su propio ser y su papel en la familia y en la sociedad.
De secundaria a preparatoria:
 - Ambientales. Se abren sus opciones de desarrollo personal, social y académico.
- Personales. Inician la transición hacia la edad adulta. Aún carecen de elementos para conducirse bien definidos, pero empiezan a prepararse para tener una visión crítica de la sociedad.

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